QUEL CHIC!
Hoy
voy a abordar un tema al cual siempre me resistía, ya que está plagado de
tópicos que me implican directamente pero en fin….vamos a tomárnoslo con humor,
frivolidad y joie de vivre y
abordemos, por fin, el (supuesto) chic
de las mujeres francesas y, concretamente, de las parisinas, les parisiennes.
Evidentemente, la mujer francesa no es heterogénea y será
distinta laparisienne a otra que viva
en la Provence rural, la de la
Francia interior a la que vive en la frontera con Alemania o la que vive
enfrente del Canal de la Mancha.
Pero sí hay un sustrato histórico y social común a todas
ellas: por un lado, la huella dejada por los trovadores provenzales y el amor
cortés con todo lo que implica de seducción, juegos con el lenguaje y
refinamiento, así como las tertulias de las damas ilustradas; por otro lado, la
Revolución Francesa que significó la lucha por la igualdad y los derechos
ciudadanos (el cuadro más simbólico de la RF, la Libertad guiando al pueblo de Delacroix, es una mujer con un pecho
al desnudo).
A estos dos hechos fundamentales hay que sumar precursoras feministas como Olympia de Gougues en pleno siglo XVIII; personajes posteriores como Anaïs Nin, Coco Chanel, NathalieSerraute, Simone de Beauvoir o Elizabeth Badinter; un mayo del 68 que también rompió moldes en pos de la libertad y la liberación de la mujer.
Las artistas francesas, por ejemplo, siempre fueron, a
diferencia de sus vecinas mediterráneas como las italianas, las españolas o las
griegas, más avanzadas a la hora de mostrar su sensualidad, inteligencia y
savoir faire (pensemos en BrigitteBardot o Jane Birkin –inglesa pero
afrancesada como la que más). Nada que ver con el pudor de otros países sureño
donde también hace calor y prima la alegría de vivir y la vida en la calle.
Todos estos elementos influyeron en que las mujeres
francesas, encabezadas por las chic parisiennes,
sean paradigma de elegancia, sensualidad, savoir
faire y erotismo. Y, en los actuales tiempos de la uniformidad y la
globalización, quizás también constituye una manera de rebelarse contra la
dictadura de la moda uniforme. Según la socióloga ÉmileCoutant, “La parisienne vuelve en un momento en que
se apuestan por valores seguros y tradicionales.(…) Las marcas quieren rescatar
una figura que tranquiliza y apacigua al consumidor, puesto que es capaz de
reconocerla (…)”
Otra especialista, en este caso la psicóloga Constanza del Rosario, especialista en género, sexualidad y pareja, "Son mujeres resueltas, empoderadas, seguras, confiadas y conectadas con su erotismo, el cual despliegan con feminidad, sensualidad y elegancia”. Sostiene además que son conscientes de poseer los mismos derechos que el hombre, pero siempre desde la igualdad, la diferencia y la feminidad, no desde la lucha masculina. Se dice siempre que una feminista francesa no dejará nunca de ser femenina y cuidar su aspecto físico mientras, a veces, las anglosajonas tienden a descuidarse.
Todo ello es un gran negocio y de ahí la
publicación de varios libros sobre el tema. Hay mucho más qué contar pero creo
que se alargaría demasiado, así que lo dejo para un segundo post y quizás en él
desvele alguno de los (supuestos) secretos del chic de las francesas.